Un diseñador leyendo la Biblia se
encontró la siguiente cita: “No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que
esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la
tierra”. Quedó consternado porque se sentía el más pecador de los pecadores, puesto
que su labor era “crear imágenes” (eso hacen los diseñadores). Todo el día estuvo
pidiendo perdón a Dios por sus pecados y había decidido cambiar de profesión ¿pero
a cual dedicarse? Entrada la noche, de nuevo tomó la Biblia y leyó otra vez el pasaje, pero esta vez leyó todo el capítulo, para entender mejor lo leído. Oh
sorpresa cuando leyó el versículo anterior, y aún más sorprendido cuando leyó
el siguiente y los subsiguientes, le dio gracias a Dios por haberle hablado.
Ponte en la misma tarea, no leas
solo el versículo cuatro, porque de este modo nadie sería salvo, pues la vida
está hecha y basada en imágenes, lee los anteriores y los posteriores, te darás
cuenta de la verdadera razón de tal versículo. Si fuera de este modo, la misma
Biblia se contradijera cuando Dios mismo manda a crear el Arca de la alianza,
donde tendría su “lugar del perdón”, la cual manda a construir con dos “querubines
de oro” (los querubines son ángeles de Dios y están “arriba en el cielo” con El),
es más no sólo leas el capítulo veinte (20), lee también el veintiuno (21), veintidós
(22) y los demás, es más lee toda la Biblia, así entenderás mejor la Palabra
de Dios.
De este modo, no se preocupen diseñadores,
escultores o arquitectos, o simplemente cualquiera, siempre que toda imagen no
sea para “adorar dioses ajenos” (que es lo que tácitamente nos prohíbe el
Señor) no están cometiendo ningún pecado, sigamos diseñando sin temor alguno hermanitos, pero
que no se les olvide, solo uno es nuestro Dios y solo a El debemos adorar.
CONI.
Catequista WEB
Alexgomez0108@hotmail.com
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